Había una vez una pata que empollaba sus huevos. Eran siete, y les faltaba muy poco para romper el cascarón. Un día notó algo extraño, algo nuevo: un octavo huevo, un poco más grande que los demás. ¿Cómo habría llegado allí? no tengo tiempo de pensar ahora en esto dijo la pata, y siguió empollando