Con su padre aún en prisión, Bobby Drake necesita algo más que una estrella de ayudante del sheriff para demostrar que se encuentra en el lado bueno de la ley. La desconfianza ajena y una corazonada propia lo llevan a aprovechar su día libre para acampar en las montañas de Silver Lake, donde acaba desbaratando una operación de tráfico de drogas a través de la frontera canadiense, aunque no puede impedir que uno de los implicados huya.
Tras haber pasado diez años a la sombra, Phil Hunt se ha prometido morir antes que volver a pisar la cárcel. Durante dos décadas ha llevado una vida normal junto a su esposa Nora, criando caballos y cuidando de su rancho, ocasionalmente transportando cargamentos de cocaína para que le cuadraran las cuentas. Ahora debe mostrarse más rápido que Bobby Drake y la DEA, pero también que el brutal asesino que los dueños del alijo han enviado para borrar sus huellas.