¿Pero sin árboles estamos perdidos? ¿acaso no estás bien aquí? preguntó Goran mientras tosía.
Prefiero irme con mis propias raíces antes de que me reduzcan a cenizas o me corten en mil pedacitos, contestó el árbol y, haciendo temblar la tierra, comenzó a desaparecer en aquella asfixiante niebla.