Silenciosa e implacable, la sangre recorre sus caminos ocultos. Sus lazos unen o asfixian. Su esencia nutre o envenena. Pero nunca -nunca- se detiene.
Numa y Rende son hermanos. Numa y rende son huérfanos. Rende es un niño. Numa, una niña; pero también es algo más que eso. Su llegada a Cadania, donde reina el taciturno Famir, trastocará la vida de este y de todos los súbditos de su reino. Pero Numa y Rende guardan muchos más secretos a su espalda: recuerdos de hazañas tristes y sangrientas, de grandes amores, sacrificios terribles y tremendas equivocaciones, de luchas sin cuartel que fueron, son y serán... y que acabarán por conducir al fin del mundo conocido.Todo eso cabe en los menudos cuerpos y las pequeñas cabezas de los dos hermanos. Eso, y la terrible herencia de la sangre que corre por sus venas.
