Gulliver viaja a fabulosos lugares como Liliput, donde le atraparán sus diminutos habitantes; o
Brobdingnag, poblado por gigantes; o la isla voladora de Laputa, donde viven disparatados
científicos; o al país de los houyhnhnms, donde los caballos dominan a los hombres. Un
clásico de aventuras pero también una dura sátira sobre el comportamiento de los hombres.
Tradicionalmente considerada como una obra de lectura infantil y juvenil, "Los viajes de
Gulliver" de Jonathan Swift va mucho más allá de este nivel y nos sitúa ante una visión crítica
de la sociedad inglesa de mediados del siglo XVIII, con el objeto de hacernos reflexionar a
jóvenes y a mayores sobre una época aparentemente de esplendor (la Ilustración), pero que
en el fondo lo era de decadencia y estaba bien necesitada de reformas que trajeran mayor
bienestar al hombre y le hicieran más feliz.