AA.VV
Desde que los hijos nacen, los padres se han de enfrentar al reto de proporcionarles las mejores condiciones para que puedan crecer y desarrollarse adecuadamente. Los niños, sobre todo en los primeros años de vida, deben satisfacer sus necesidades vitales y adaptarse al ambiente, por lo que requieren muchas atenciones y cuidados. Conseguir sus bienestar físico y mental es la principal preocupación de los padres, y para ello hay que recabar orientación sobre este cometido. Desde una alimentación adecuada hasta las actitudes emocionales positivas de acogida y aceptación, como son las muestras de cariño, que se traducen con el tiempo en sentimientos de seguridad y una buena autoestima, los padres deben aprender a interpretar aquellos signos que expresan el estado de bienestar y de salud de los pequeños. Al mismo tiempo, han de ayudarles al desarrollo de todas sus capacidades físicas, sensitivas e intelectuales, formando los hábitos adecuados para una vida sana.