AA.VV
Las selvas tropicales australianas y del Viejo Mundo, englobadas bajo la denominación de junglas, despliegan la misma variedad y riqueza que sus equivalentes americanas, y la evolución nos muestra como ante unas condiciones similares se han alcanzado parecidas soluciones. Es un ecosistema complejo y que permite la convivencia de especies tan grandes como un elefante o un rinoceronte con miles de pequeños animales en forma de mariposas, escarabajos y otras especies, a menudo, multicolores. Hay otros herbívoros de tamaño medio como los tapires o los okapis y entre los depredadores destaca uno que igualmente habita en las sabanas, aunque siempre ligado a la presencia de árboles: el leopardo. Abundan también las aves y los reptiles, en particular las serpientes, y los primates encuentran aquí un verdadero paraíso que les ha permitido alcanzar una enorme diversidad.